viernes, 20 de junio de 2008

El Saber

- Pero Iza, no soy tu verdadera hija. Tú eres la única madre que recuerdo, pero no nací de ti. ¿Cómo puedo ser de tu estripe? No tengo tus recuerdos. Realmente, no entiendo lo que son los recuerdos.

- Mi estirpe tiene la posición más alta porque siempre hemos sido las mejores. Mi madre, y su madre y la de ésta antes, mientras yo recuerde, siempre han sido las mejor [sic]. Cada una transmitió lo que sabía y aprendía. Eres del Clan, Ayla, hija mía educada por mi. Tendrás todo el saber que pueda darte. Puede no ser todo lo que yo sé -ni yo misma sé cuánto sé- pero será suficiente porque hay algo más. Tienes un don, Ayla, y creo que tú procedes de tu propio linaje de curanderas. Vas a ser muy buena algún día. No tienes los recuerdos, criatura, pero tines una manera de pensar, una manera de comprender, lo que le duele a alguien. Si sabes lo que duele puedes ayudar, y tienes el modo de saber cómo ayudar. Nunca te había dicho que pusieras nieve en el brazo de Burn. Cuando lo quemó Oga. Podría haber hecho yo lo mismo, pero nunca te lo enseñé. Tu don, tu talento, puede ser tan bueno como los recuerdos, tal vez mejor, no lo sé. Pero una buena curandera es una buena curandera. Eso es lo importante.


Jean M. Auel / El Clan del oso cavernario

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