Las mujeres no se dan cuenta de que su creatividad nace de lo pequeño, lo caído. Sus inspiraciones, pequeños soplos de luz en la tiniebla de lo cotidiano. Nunca la grande, total, la sublime iluminación. Paso a paso, ininterrumpida, ribeteada de pequeñez, como sus horas diarias, ésa es la creatividad de las mujeres. Nunca creyéndosela, nunca dándole mayor importancia.
Antigua vida mía / Marcela Serrano
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